PARTE 1
Menos mal que nuestro objetivo de participar en una maratón no es
el mismo que en su día tuvo el paisano Filípides cuando tuvo que recorrer cierta distancia. Nuestro motivo se diferencia ya que
participar en una maratón lo hacemos por pasarlo bien, y realizar el objetivo
anual que nos marcamos.
En mi caso en concreto para este año me propuse de
participar en dos maratones, la de Barcelona y la de Düsseldorf. En concreto dos
en un plazo de seis semanas. (No tenia la seguridad de finalizar las dos, pero
mira por donde, al final, pude)
La de Barcelona en resumen transcurrió muy bien
aplicando un ritmo cómodo para finalizar la distancia sin problemas. A ver, si,
Diagonal con su ida y vuelta cuesta y te toca un poco las pelo….., pero es
aplicar la filosofía del gran sabio Bruce Lee: “be tinto my friend”, mejor
dicho en mi caso: “be Ouzo my friend”.
Como en los años anteriores, la mejor recompensa de
haber finalizado la maratón de Barcelona, es tener a mis mas queridos seres
esperándome: Lourdes, Miriam & Cristina.
Vamos con la siguiente: Düsseldorf
Esta sí que la tenía yo ahí bien guardada dentro de mí, ya que son
muchos los años que llevo esperando para poder participar en ella.
Os comento que llevo ésta muy guardada, porque es realizar la
maratón en tu ciudad natal; e igual que a los nacidos en Barcelona les recorre
cierto escalofrío al finalizar la maratón en su ciudad, yo lo he sentido al
finalizar la de Düsseldorf. Todo esto,
teniendo en cuenta que he trasladado mi domicilio a la provincia de Barcelona
hace 16 años. El correr la maratón de Düsseldorf ha sido como un viaje por
todas las etapas de mis 34 años que he vivido en esta ciudad. Pasar por el
hospital donde naciste, la guardería donde todas las mañanas me dejaba mi
madre, la escuela donde diariamente acudía, recorrer los barrios por donde
pasaste tu adolescencia, la ciudad vieja donde compartía las tardes de novio
con este magnífico tesoro que tengo de mujer: mi Lourditas. El barrio donde
nacieron mis hijas Miriam & Cristinchen, los parques donde he compartido
momentos impresionantes con mis hijas de pequeñas. El pasar corriendo por los
sitios donde hace años me inicie en el running, que por cierto fue justo el momento
donde empezó a granizar. Momentos inolvidables que al pasar corriendo por todos
estos lugares, y al tener la mente solo concentrada en los pasos que estás
haciendo, se inunda y te llena de imágenes maravillosas.
Podría redactar folios de lo emocionante que ha sido para mí
realizar esta prueba en mi querido Düsseldorf, pero no os “voy a dar la lata”.
Sí que es verdad que ha sido la carrera que por el tiempo que ha
hecho (frio, mucho frio, lluvia y granizo) ha sido la más jodida, pero... ha
sido mi carrera del corazón, y como no, con un final muy emocionante. Sí, una
pasada.
Gracias a mis tres chicas Lourdes, Miriam y Cristina por apoyarme
en este hobby – os quiero.
Muchas gracias a mi family Julia, Gregor y Fernando por
aguantarnos estos días y por lo bien que nos habéis cuidado.
David, María gracias por acompañarnos y compartir este evento con
nosotros. Esperamos que os haya gustado y os la hayáis pasado bien.
Compañeros Sofokaos:
UNA MAS, y... EIN MARATHON IST HALT EIN MARATHON
Jero.
El secreto del éxito de Jero...
PARTE 2
Pues sí, apreciados lectores, esta vez
SofoKaos ha cruzado fronteras internacionales para ir a correr la Marathon de
Düsseldorf, capital de la región alemana de Renania del Norte-Westfalia.
Algunos os preguntaréis qué se nos había
perdido por aquellas tierras: pues ni más ni menos se trata de la ciudad natal
de nuestro amigo Jero.
La idea de ir a correr esta maratón
surgió meses atrás cuando Jero se enteró que, los empleados de las empresas del
grupo Metro (al cual pertenecemos ambos), teníamos derecho a la inscripción
gratuita. De tal forma procedimos a inscribirnos y Jero se encargó de la
logística para el alojamiento y los viajes.
Aunque la maratón se celebraba el
domingo 24, Lourdes, María, Jero y yo decidimos irnos unos días antes para
poder turistear y visitar tanto Düsseldorf como Neuss, la ciudad donde nos
alojamos en casa de sus cuñados. Por cierto, desde aquí quiero dar las gracias
a Gregor, Julia y Fernando por su hospitalidad y su generosidad.
A pesar del buen tiempo que tuvimos el
viernes y sábado, el domingo se presentó con una climatología mucho más
inestable: frío y viento a primera hora de la mañana, lluvia y granizo durante
la misma y sol y nubes hacia el mediodía. Como podéis comprobar, tuvimos una
gran variedad de fenómenos meteorológicos durante las horas de la prueba.
Algo más de 3000 participantes tomamos
la salida a orillas del Rhin y fuimos recorriendo los kilómetros acompañados
por los más de 12000 corredores que participaban en la maratón por relevos (4
x10,5 km aprox).
La prueba discurría por los barrios
más céntricos de Düsseldorf y cruzaba dos veces el Rhin por uno de los puentes
que une las dos partes de la ciudad.
Jero, que está hecho un chaval y se
mantiene en forma a base de lingotazos de Jägermeister y Ouzo, disfrutó como un
crío recorriendo las calles donde se crio, pasando junto a su antigua casa,
junto al hospital donde nació y junto a la guardería donde lo llevaron de
pequeño. A mí la prueba se me hizo dura ya que las últimas semanas no había
entrenado todo lo que hubiera querido, pero de todas formas, también me lo pasé
muy bien conociendo los rincones de su ciudad.
Al atravesar la meta recibimos nuestra
medalla conmemorativa y pudimos recuperar fuerzas con una cervecita en la mejor de las compañías. PROST! (Salud)
Un abrazo.
Galan.
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