Para acabar la ruta nos espera otra jornada de aquellas
potentes.
Ayer decidimos variar los planes iniciales, que nos llevaban a repetir parte del primer día
pero en sentido contrario, por recorrer mas asfalto y asegurar la jugada.
Salimos pronto (cargados de unos buenos bocatas de jamón de
la tierra) de Fortanete primero llaneando y luego en una cómoda subida hasta el
pico de Santos Andones.
Las vistas son geniales y vemos el pueblo de Cañada de
Benatanduz (por el que no pasamos) y la ermita de Santa Magdalena, nuestro
siguiente punto de paso.
Ya en la ermita nos desviamos hacia el pueblo de Pitarque
por una rápida y pedregosa pista.
En Pitarque tomamos unos cafés, el día esta fresco y la
bajada nos a enfriado. Pitarque debe ser el pueblo con mas gente que hemos
visto, tiene a 4km de sendero el nacimiento del río y esta lleno de familias
enteras que van a visitarlo.
Nos montamos en las bicis de nuevo. Nos quedan unos cuantos kilómetros
(todos de asfalto) y sin saber bien los desniveles que habrá.
hasta llegar a la carretera general (el viernes pasamos dirección
Villarluengo, en sentido contrario). Seguimos llaneando y subimos un pequeño
puerto de montaña que nos de deja en los Organos de Montoro.
Continuamos en fuerte bajada dirección Ejulve hasta cruzar
el río Guadalupe, aquí la carretera empieza a subir un largo puerto de montaña.
Andamos buscando un desvío que marca las Cuevas de Cañart, una pista asfaltada
que marcan los mapas y que se convierte en carretera poco antes de llegar a las
Cuevas.
Después de la larga subida nos encontramos con el desvío a
la derecha y decidimos buscar un sitio para comernos los bocatas.
Ya mas enteros seguimos. La carretera se deja hacer muy bien
y al fondo vemos ya las Cuevas.
Una rápida bajada nos deja en el pueblo y sus
ruinas del convento barroco de los monjes Servitas.
Volvemos a subir otro puerto y ya pillamos otra larga
bajada, que pasando por Dos Torres de Mercader nos dejan al lado del embalse de
Santoles y lo rodeamos ya por terreno conocido.
Seguimos deshaciendo el camino del primer día hasta llegar a
Castellote, donde nos esperaba Pastelero errante…….que había estado cocinando
el resto del articulo…
Ya en las Parras de Castellote recuperamos fuerzas con una
buena pitanza.
Personalmente e disfrutado mucho con la ruta, sus tierras,
su gente, sus vistas y su dureza.
Martillo.
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