Lleva 62 maratones disputados en lo que va de año. Se denomina a sí mismo ‘maraton man’. Sus seguidores le comparan con Forrest Gump.
Barcelona es la primera cita de Stefaan Engels (Gante, Bélgica, 48 años) en España. Correrá durante una semana en Madrid, en abril, y luego, sucesivamente, lo hará en Valencia, Bilbao y, en octubre, en Sevilla. También visitará Lisboa. Una empresa catalana dedicada a la dietética y a combatir la obesidad (Pronokal) lo patrocina. Su mensaje, tal como afirma en la entrevista, es promover el deporte y que la gente se comunique corriendo, que haga salud, que evite el sedentarismo.
–¿Hay que estar un poco loco para correr diariamente un maratón?–En Bélgica, en mi país, me dicen que estoy un poco loco, en efecto. Pero yo siempre replico de la misma manera. ¿Quién está más loco? ¿Yo, que corro cuatro horas cada día, o los que se sientan en el sofá ante la tele con una bolsa de patatas fritas y una cerveza en la mano? Y añado: ¿quién se estresa más? ¿Yo, que corro un kilómetro rodeado de gente que habla conmigo, o los que tienen que aguantar los gritos del jefe en la oficina? Creo que estresa más un mal ambiente en la oficina que correr al aire libre.
–Usted ha decidido batir todos los récords del Libro Guiness. ¿Cuándo se le ocurrió el reto de afrontar un maratón diario durante un año?–Fue en el 2008. Aquel año cumplí el desafío de disputar 20 triatlones y entonces me dije: «Quiero ayudar a la gente a que se mueva y hacerlo con un mensaje». Y mi mensaje no es otro que disputar un maratón al día e intentar siempre, como está sucediendo ahora en Barcelona, hacerlo corriendo rodeado de personas.
–¿Este reto forma parte de alguna filosofía?–Diría más bien que mi filosofía cumple tres objetivos. De un lado, tengo a 20 personas trabajando alrededor mío; entre ellas un médico, un psicólogo, un dietista y un entrenador. De otro, muy importante, la creencia de tener fe en uno mismo y concienciarse de que el reto es posible, y de que soy capaz de hacerlo, y luego tomar la responsabilidad de que ahora, gracias a mis patrocinadores, correr es mi trabajo, cuatro horas diarias, que es lo que tardo en cubrir el maratón. Como verá, tampoco voy superrápido. No voy a batir ningún récord de tiempo.
–Usted tiene 48 años. ¿Lleva toda la vida corriendo y realizando este tipo de retos?–Qué va. Yo no soy supermán y hasta hace unos pocos años era una persona sedentaria que pesaba 10 kilos más que ahora. Tenía muchos problemas de asma y alergias. El médico me recomendó hacer un poco de deporte. Comencé corriendo un kilómetro, luego un poco más, hasta tomármelo más en serio. Por ejemplo, he finalizado 200 maratones competitivos, tres veces en Nueva York, y en una ocasión conseguí acabar la prueba por debajo de las tres horas.–Y ahora no se ha conformado con correr el domingo en Barcelona, sino que hará nada menos que siete maratones durante una semana.–El domingo será la tercera vez que participo en el maratón de Barcelona. Puedo asegurar que es uno de los más bonitos a los que me he apuntado. Recorres toda la ciudad y el ambiente es impresionante.
–¿Y qué es lo que más le dicen quienes corren a su lado?–Pues me dicen que yo inspiré a Forrest Gump, que soy el nuevo Forrest Gump. Igual hasta es verdad. Lo único que sé es que correr es mi libertad, un trabajo que ahora me permite hacer deporte, viajar y conocer países y motivar a la gente para que se mueva, haga ejercicio y no se quede en casa.
–¿Tiene usted pareja?–Ya sé por dónde va... Sí. Mi mujer me amenaza con divorciarse. Pero añade que lo hará más adelante. Por lo menos no tengo niños que me esperen en casa. Y ahora no me pregunte si me quedarán fuerzas para buscar niños después de tanto maratón. Creo que en este aspecto tampoco afecta negativamente que corra todos los días 42 kilómetros.
–En Bélgica usted es toda una personalidad.–Me he hecho muy popular. Yo vivo en Gante y allí todo el mundo me conoce. Desde que comencé el reto. me han hecho infinidad de reportajes, tanto en prensa como en televisión. Antes de venir a Barcelona, ya había reunido 160 reportajes en periódicos de diversos países. En Bélgica me conocen como maraton man. En Gante, siempre recorro el mismo circuito, a la misma hora y la gente ya lo sabe. A la semana de comenzar a correr, nada menos que 1.000 personas me esperaban. Se pusieron a correr detrás mío. Fue impresionante... Mil personas. De ahí que comenzaran a llamarme Forrest Gump. La gente me espera. Me anima y yo le transmito mi mensaje de hacer deporte, de mejorar la salud. Nunca corro solo. Aquí en Barcelona tampoco me está faltando la compañía.
–El domingo llevará usted en el Maratón de Barcelona el dorsal 365.–Este es el reto que me he propuesto, 365 maratones. Por eso llevaré este dorsal. Por eso he conseguido, tanto aquí en España como en Bélgica, la confianza de mis patrocinadores. Hay tres pilares en este objetivo, al margen del récord Guiness, que son emocional, médico y deportivo. Y creo que los alcanzaré.
Publicado en El Periodico de Catalunya. Foto de Joan Cortadellas
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