sábado, 26 de marzo de 2016

DE PRADES A L'ESPLUGA DE FRANCOLÍ



La segunda jornada partía de Prades, donde nos aprovisionamos de pan y sustento para una etapa en la que no se preveía pasar por muchas poblaciones con intendencia.

La divertida bajada de piedra suelta y agua de ayer se convierte en una dura introducción hoy, superada esta un buen trecho de bajada para posteriormente ir subiendo progresivamente hasta La Febró.

Se puede observar el típico paisaje de la zona, montañas no mucho más altas de 1000m con grandes paredones y,  para saltar de una a otra, la necesidad de salvar una torrentera (bajar y subir, subir y bajar).

De la Febró nos plantamos por un bonito bosque y pista a pocos metros  de La Mussara, donde nos desviamos de la ruta hasta el refugio para echar unas colas y rendirle tributo a Principe de Beukelaer.
Un rápido tramo de asfalto con pendiente favorable nos condujo a un nuevo episodio divertido, un estrechito sendero emboscado, primero en llano para posteriormente enlazar varios tramos de bajada que pusieron a prueba muñecas y frenos. Este nos dejó en L’Aixàvega y de ahí a Mont-Ral por pista, en subida.

El calor apretaba, el hambre hacia presencia y el camino cada vez se empedraba y bajaba más por un barranco para buscar el rio Brugent. En medio de la bajada parada técnica para solucionar una avería de alforja, vamos perdiendo tornillos, mientras sean de la alforja y hayan de más…

Salvado el rio y consultando lo que venía decidimos buscar algún sitio donde comer, no había más, hacia sol, buscamos una sombra. Aunque de pie el bocata sentó muy bien y con la idea de racionalizar el agua afrontamos la segunda parte del día.

Realmente comimos a pocos kilómetros de Farena, donde nos desviamos a reponer agua (ya no había que racionalizar…). Botellas llenas y asfalto picando hacia abajo…, poco duró, nos desviamos en un camino cementado de duras pendientes que poco después se convierte en pista. El perfil no miente, era el último sube-baja del día, hasta la mayor cota, la subida más larga, con un perfil sostenido y continuo.

Rutomartiiiiiiiiin!!! No sé por qué esta palabra salía en muchas de nuestras conversas, la ruta era exigente, pero ya estábamos en el falso llano que precede a toda bajada y de golpe, la bajada. No hay más, si la subida se ceba contigo, tú te cebas con la bajada, riéndote (sin arriesgar) de cada metro de esta. Sabíamos que tras la larga bajada estaba Poblet y de ahí a la Espluga de Francolí (nuestro lugar de reposo) a penas 2km de asfalto.

Lo que no sabíamos es que en el cruce de la pista y la carretera nos íbamos a encontrar con más de 1 cara conocida que nos acompañarían en el final de la jornada.

Llegamos a la Espluga y repusimos fuerzas en buena compañía, fueron 66km, 1500m de desnivel positivo y ganas de afrontar los siguientes.

Salud!

No hay comentarios:

Publicar un comentario