domingo, 20 de abril de 2014

DE FORTANETE A CASTELLOTE

Para acabar la ruta nos espera otra jornada de aquellas potentes.

Ayer decidimos variar los planes iniciales,  que nos llevaban a repetir parte del primer día pero en sentido contrario, por recorrer mas asfalto y asegurar la jugada.

Salimos pronto (cargados de unos buenos bocatas de jamón de la tierra) de Fortanete primero llaneando y luego en una cómoda subida hasta el pico de Santos Andones.


 Las vistas son geniales y vemos el pueblo de Cañada de Benatanduz (por el que no pasamos) y la ermita de Santa Magdalena, nuestro siguiente punto de paso.


Ya en la ermita nos desviamos hacia el pueblo de Pitarque por una rápida y pedregosa pista.


En Pitarque tomamos unos cafés, el día esta fresco y la bajada nos a enfriado. Pitarque debe ser el pueblo con mas gente que hemos visto, tiene a 4km de sendero el nacimiento del río y esta lleno de familias enteras que van a visitarlo.


Nos montamos en las bicis de nuevo. Nos quedan unos cuantos kilómetros (todos de asfalto) y sin saber bien los desniveles que habrá.

 De Pitarque continuamos en bajada, pasando por un bonito desfiladero


hasta llegar a la carretera general (el viernes pasamos dirección Villarluengo, en sentido contrario). Seguimos llaneando y subimos un pequeño puerto de montaña que nos de deja en los Organos de Montoro.


Continuamos en fuerte bajada dirección Ejulve hasta cruzar el río Guadalupe, aquí la carretera empieza a subir un largo puerto de montaña. Andamos buscando un desvío que marca las Cuevas de Cañart, una pista asfaltada que marcan los mapas y que se convierte en carretera poco antes de llegar a las Cuevas.
Después de la larga subida nos encontramos con el desvío a la derecha y decidimos buscar un sitio para comernos los bocatas.
Ya mas enteros seguimos. La carretera se deja hacer muy bien y al fondo vemos ya las Cuevas. 


Una rápida bajada nos deja en el pueblo y sus ruinas del convento barroco de los monjes Servitas.


Volvemos a subir otro puerto y ya pillamos otra larga bajada, que pasando por Dos Torres de Mercader nos dejan al lado del embalse de Santoles y lo rodeamos ya por terreno conocido.
Seguimos deshaciendo el camino del primer día hasta llegar a Castellote, donde nos esperaba Pastelero errante…….que había estado cocinando el resto del articulo…

Ya en las Parras de Castellote recuperamos fuerzas con una buena pitanza.



Personalmente e disfrutado mucho con la ruta, sus tierras, su gente, sus vistas y su dureza.

Martillo.



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