XIX Marató de Collserola

Madrugón de domingo para acudir a la XIX edición de la Marató de Collserola organizada por la UEC Horta.

A las 7:15 de la mañana (hora impuesta por el Sr. Kohete con su habitual democracia) nos encontramos los 4 socios fundadores en las puertas del Velòdrom d’Horta, dispuestos a afrontar la prueba. Conocida para unos (Vatio y Martillo) que habían participado el año pasado y desconocida para otros (Kohete y Galan).

A las 8:00 se dio la salida y rápidamente encaramos las primeras rampas de subida, que nos facilitaron el “calentamiento” del cuerpo y del espíritu.

Las lluvias caídas durante los últimos días nos hacían pensar que nos encontraríamos los senderos y pistas de tierras encharcadas y con bastante barro, pero la tierra había absorbido bastante bien el agua y no encontramos apenas charcos. El clima acompañó bastante bien; tuvimos un cielo prácticamente cubierto de nubes y una temperatura más que agradable para correr. El sol apenas se dejó ver durante unos minutos a lo largo de la mañana. 

  
El recorrido de la Marató no ha cambiado con respecto al del año pasado. Las subidas y bajadas se van sucediendo unas tras otras sin dejarte tiempo para recuperar el aliento o “jalar” aire, así que es importante saber dosificarse para poder llegar con fuerzas a los kilómetros finales. 

La organización de la prueba es cuanto a controles y avituallamientos es más que correcta, aunque, en algunos tramos del recorrido se echa de menos alguna que otra señal, ya que las flechas hechas con yeso en el suelo se van borrando tras el paso de los corredores y las señales fijas del cuadrado verde no se encuentran en todos los cruces. Cabe destacar el buen ambiente y la amabilidad de los organizadores y los voluntarios de la prueba. 

A la llegada al Velòdrom, junto a la línea de meta nos estaban esperando Maria, la hermana de los hermanos Malasombra, y los gemelos Pol y Gemma, que nos recibieron con una agradable y reconfortante sonrisa.

Una buena mañana para disfrutar haciendo lo que nos gusta en uno de los parajes más cercanos y conocidos por todos nosotros: Collserola.

Una vez en casa y ya duchados, recuperamos fuerzas para la siguiente carrera con un reconstituyente a base de concentrado de glóbulos rojos D.O. Somontano que nos trajimos de Barbastro…

Esta vez no os voy a poner los tiempos. Fueron muchas horas de carrera, os lo puedo asegurar...

Hasta pronto.

¡Salud y Sofoko!

Galan.